ENERGÍA SOLAR FOTOVOLTAICA

La energía solar fotovoltaica tiene dos utilizaciones principales: las instalaciones conectadas a la red y las instalaciones aisladas.

Venta de paneles solares

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La energía solar se aprovecha porque se convierte en electricidad. Conseguimos la energía a través de los módulos fotovoltaicos. En ellos, se ubican células solares que captan las radiaciones y la transforman en energía. Esa transformación se produce convirtiendo la energía luminosa (fotones) en energía eléctrica (electrones).

Los módulos o paneles solares son inalterables con el paso del tiempo, estimándose su vida útil en unos 30 ó 40 años; no contaminan ni siquiera acústicamente y no necesitan prácticamente de mantenimiento alguno.

La energía solar fotovoltaica tiene dos utilizaciones principales: las instalaciones conectadas a la red y las instalaciones aisladas

Las primeras producen electricidad que es volcada a las empresas comercializadoras de la misma y así vendida de acuerdo con unas tarifas que el Estado fija al efecto; las segundas pretenden la autogeneración y son válidas para casas familiares, hospitales, colegios, polideportivos, sistemas aislados sin posibilidad de conectarse a la red eléctrica.

Los paneles solares funcionan incluso en días nublados; puesto que captan la luz que se filtra a través de las nubes. La electricidad que producen se puede utilizar de manera directa, por ejemplo para dar energía a un motor de riego de un huerto, o para bombear agua desde un pozo; o también esa electricidad puede ser almacenada en los llamados “acumuladores” y ser utilizada en las horas nocturnas cuando no hay ni sol, ni luz solar.

En la actualidad las células solares que forman los módulos solares que el mercado ofrece, están construidas a base de silicio (se trata de uno de los materiales semiconductores más abundantes en la tierra).

Clases de paneles solares

Existen diferentes tipos de paneles en función de las materiales y métodos de fabricación que se hayan empleado. Estos son:

Paneles solares fotovoltaicos de silicio puro monocristalino: están basados en secciones de una barra de silicio cristalizado a la perfección en una sola pieza. Los rendimientos energéticos de los paneles de este tipo que se comercializan son del 16%

Paneles solares fotovoltaicos de silicio puro policristalino: los materiales para su fabricación son muy semejantes; sin embargo el proceso de cristalización del silicio en este tipo de paneles es diferente: se basan en secciones de una barra de silicio que se ha estructurado desordenadamente en forma de pequeños cristales. Su superficie tiene un aspecto granulado. Obtienen un rendimiento del 14%.

Paneles solares fotovoltaicos de capa fina: se emplea silicio con otros materiales semiconductores, y son más fáciles de adaptar a superficies irregulares. Como su propio nombre indica, tienen menos grosor que los anteriores.